Un social media manager no solo es el encargado de planificar las publicaciones en Facebook o la programación de tuits a lo largo del día. El social media manager ocupa multitud de funciones: pasa por el departamento de marketing, diseño e incluso de la dirección de una compañía.
Antes al social media manager le bastaba con programar una publicación o conocer las tendencias sociales más populares. Hoy en día, el social media manager ha de incoporar muchas capacidades, como de análisis de las tendencias del mercado o de entendimiento de múltiples canales o las herramientas para la medición.
Aquí te dejamos las habilidades que consideramos que debes tener (o adquirir) si buscas dedicarte a esto:
1. Escritura creativa
Tu ortografía y gramática deben ser impecables. Al fin y al cabo, lo que escribas es la forma en que la marca que representas será percibida por los consumidores.
Además, debes ser capaz de escribir como si establecieras una conversación con un amigo, en vez de sonar como un anuncio publicitario. El social media manager debe generar un diálogo entre la marca y los usuarios, y en últimas, entre los mismos usuarios.
Un curso en redacción es recomendable para cualquiera que aspire a este cargo. Aunque consideres que escribes bien, siempre habrán temáticas que no son de tu completo dominio respecto a tener una excelente redacción.
2. Empatía
Es una característica fundamental para este cargo. La habilidad de entender a tu audiencia, y aún más sus gustos y hábitos, es vital para que las conversaciones fluyan de manera natural. Un social media manager debe ser capaz de sentir, pensar y actuar como un miembro de la audiencia a la que se quiere llegar.
Pregúntales a tus amigos, conocidos o familiares cómo te perciben. Si dentro de su respuesta utilizan palabras como atento, cordial, sensitivo, etc., entonces vas por el camino correcto.
3. Orientación a los logros
La época en que una compañía buscaba ser activa en redes sociales por que era algo novedoso es cosa del pasado. El poder de las redes sociales para fomentar la presencia online de un negocio, que en últimas se refleje en las ventas de la compañía, es uno de los objetivos que un social media manager debe buscar.
Para lograr esto, el social media manager debe conocer de los objetivos de la compañía, a corto, medio y largo plazo. Esto se traduce en un calendario editorial con las publicaciones que realizar cada mes y el objetivo de cada publicación.
4. Paciencia
El día a día del social media manager es un constante bombardeado de mensajes negativos que requieren una respuesta inmediata; por esto, una persona que no logre manejar la presión no es la más adecuada para este cargo.
Un social media manager responde adecuada y respetuosamente a las conversaciones, las discusiones y la polémica en línea, que además disfruta con mucho placer.
Si aspiras a este cargo y crees que eres alguien que pierde el control con facilidad debes considerar ejercicios para evitar perder la paciencia. Una mala respuesta en una red social puede destruir la credibilidad y la imagen de una compañía para siempre.
5. Capacidad de contar historias
Va muy de la mano con la escritura creativa, pero es una habilidad que no todos los que saben escribir tienen. Las historias han sido parte de la existencia humana desde el principio, por lo que aún disfrutamos esta práctica.
Para una marca, contar una historia establece una conexión a un nivel emocional, lo que genera entre los usuarios una posibilidad de fidelización mucho mayor que una simple promoción o descuento.
Si quieres este cargo, empieza con buscar hábitos de lectura. No se trata de devorar una novela tras otra si no es algo que disfrutes leer. Pero sí es importante que cultives un gusto por la lectura pues es la única manera de mejorar tu capacidad para crear historias interesantes.
6. Atención a los detalles
Puede que para otros departamentos un error pequeño pueda ser algo sin importancia. Pero un social media manager debe prestar una atención a los detalles digna de cualquier cirujano. Día a día te verás enfrentado a tomar decisiones que demandan un riesgo, por lo que esta habilidad es imprescindible.