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¿Sobrevivirá la prensa escrita en el mundo digital?

Llevamos años oyendo que la prensa escrita está herida de muerte. De hecho, las ventas de periódicos llevando años cayendo en picado. ¿Qué está causando esta caída en las ventas de prensa escrita? ¿Están los periódicos tradicionales condenados a desaparecer definitivamente?

Muchos consideran que Internet es el culpable de la caída de los medios de información tradicionales. Sin duda, Internet es la clave de todo, debido a que ha provocado un cambio en las costumbres de los consumidores.

Los jóvenes no son consumidores habituales de prensa escrita

La generación de los Millennials, los jóvenes consumidores de hoy, no se sienten atraídos por los periódicos de papel. Simplemente, no encajan en su manera de consumir y relacionarse con el mundo.

Un estudio reciente realizado por Retales confirma que casi un tercio de los millennials no lee nunca un periódico de papel, y que solo uno de cada 5 había comprado alguno en los 30 días anteriores a la realización de la encuesta.

Pat Dermody, presidenta de Retales, considera que la industria debe adaptarse y ser más creativa para ofrecer nuevos formatos que fomenten la lectura.

¿Por qué pagar por una información que se puede obtener gratis?

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Con Internet y las redes sociales, el acceso a la información es cada vez más fácil. Sin entrar en consideraciones relativas a la calidad y veracidad de los contenidos que se pueden encontrar en Internet, lo cierto es que cada vez más consumidores no están dispuestos a pagar por lo que pueden obtener por otros medios. Lo vemos a diario con el pirateo de películas, series de televisión o libros.

La cultura de lo gratis se impone. En la actualidad, la mitad de los consumidores no está dispuesto a pagar por la información, tanto si es digital como en papel. Y esto afecta a todas las edades, no solo a los millennials.

¿Es Internet el verdadero culpable de la caída de la prensa escrita?

Internet ha cambiado los hábitos de consumo de los usuarios, y ha favorecido el acceso a múltiples fuentes de información, pero también de opinión.  Sin embargo, más allá de esto, Internet no es el malo de la historia.

Un estudio de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago ha demostrado que Internet no ha matado a los periódicos, porque no se pueden comparar los medios digitales con los medios tradicionales. Es más, el estudio evidencia que la distribución de prensa escrita ya había empezado a caer  antes del boom de la web 2.0.

¿Por qué prefieren los consumidores informarse a través de Internet?

El estudio de Retale afirma que la primera razón que lleva a los consumidores a buscar las noticias en Internet es una cuestión económica. De hecho, un 85% de los consumidores prefiere Internet por cuestiones de precio. Otro 59% de los encuestados dice que prefiere Internet por comodidad, mientras que un 39% argumenta que en Internet la información está más actualizada.

Los que todavía apuestan por la prensa escrita argumentan que la prefieren por ser un formato más familiar (49%) o porque no tiene distracciones (37%).

Apostar por la prensa digital  

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Que la prensa escrita esté amenazada de muerte no quiere decir que la prensa en general esté condenada a desaparecer. Algo que, a la luz de la baja calidad de las noticias que se pueden leer gratis en Internet, provoca dudas.

Y es que los contenidos abanderados por medios de prestigio en sus ediciones en papel dejan mucho que desear en su páginas abiertas. Si a eso le sumamos la gran cantidad de publicidad molesta y engañosa que soportan, es fácil pensar que los medios tradicionales no lo están haciendo tan bien como deberían.

Muchos medios tradicionales ofrecen sus contenidos en papel de forma digital por medio de suscripción. Esta suscripción es mucho más económica que lo que supone el pago del medio físico. Pero también es más barato para los medios, por lo que, al menos en teoría, debería ser rentable.

En cualquier caso, son muchos los medios que han decidido apostar exclusivamente por el formato digital, unos bajo modelos de suscripción y/o modelo freemium, otros ofreciendo páginas abiertas.

La clave aquí está en ganarse la credibilidad de los nuevos consumidores y en adaptarse a sus demandas, especialmente a las de los Millennials, cuyas pautas de consumo están revolucionando el modo de comprar y vender. En esto la alternativa es clara: adaptarse o morir.